sábado, septiembre 27, 2008

Bésame de nuevo

Fuego virtual

Azul.
El cielo no es así la tarde hoy.
Todo es cubierto por bruma y por ende es gris.
Mi mente está en fuego. Arde conjuntando varios sentidos: oído, tacto, gusto, vista, aunque la vista sea la misma de siempre, es posible que consiga escapar de la inercia de estar conectado a internet y camine, quizá a ver tiendas, para ver a la gente. He pasado varios días encerradas las tardes en el vino y el fuego de la mente. El cuerpo me pide más movimiento ligero, sin sentido más que el del ocio. El azar hace mucho que no juega mis dados (una semana es mucho tiempo).

Hay sexo furtivo, intenso, rápido y amable. Gracias por venir y aliviarnos. Los textos de las charlas son breves y por cortesía. Sólo buscamos el alivio del estrés y no más. Next, la siguiente aventura debe suceder.

La siguiente aventura lleva al siguiente día y tras el recuento de los días se vienen encima los años. No hay constancia de nada más que del pasado reflejado en la historia del cuerpo. La panza que ha digerido demasiado, los labios que han besado demasiados fantasmas besan sin pudor ni temor al olvido. Se conoce también al cuerpo de los otros hombres nuevos y se sabe como tratarlos. Ya no queda lugar para las sorpresas. El concepto del amor está en otro plano.

Próximo a cumplir los cuarenta años, me veo más joven que muchos coetáneos. La vida puede terminar o pudo haberse acabado hace unos meses y aquí sigo, cual mala hierba.





Lembranza da cidade de crianza

domingo, septiembre 21, 2008

Paseo dominical

Cae un chorro de agua a la cisterna. Estoy abierto a otros pero encerrado en mi cuarto. El deseo sexual no fluye del todo. Entusiasma al inicio, pero el olfato de la intuición está muy por arriba de su umbral y rechazo lo que me indica. El día es frío. Esta tarde dan una película de Lars von Trier y atravesaré media ciudad para ir a verla. No se si comer antes o hasta después de ver la película. Habría que calentar el caldo de pollo con verduras y dejarlo hervir y eso me da pereza. Estoy muy cómodo en mi cama. Hace mucho tiempo que no voy solo a la Cineteca y fumo. En la laptop hay una película en DVD que sólo inicié, Sangre, de Amat Escalante, producida por Carlos Reygadas, entre otros. Me gusta ese seudonaturalismo de Sangre y de las películas de Reygadas, sus actores improvisados y su búsqueda de la estética. México es así. Como la mayoría del entorno es chundo, busco algo exquisito que me estimule y no me mantenga indiferente. Algo que atraiga mi interés, me haga sentir cómodo, como los pisos de duela, las paredes blancas y colgadas de ella piezas con mucho color. No puedo evitar rincones de caos, pero ni modo. Me gana la pereza.

Pastillas. Mi vida transcurre entre ellas: coenzima Q10 y L-carnitina, para contrarrestar el efecto secundario de los antirretrovirales sobre mi metabolismo; media pastilla de citalopram -cada tercer día cerceno una tableta en un pequeño dispositivo ex-profeso; vitaminas: cápsulas con bacterias acidófilas liofilizadas y por la noche los antirretrovirales, usualmente una tableta de Truvada y otra de Efavirenz, a las que se, dice, estoy condenado por lo menos 15 años.

Al caer la noche me transformaré, dice la canción. 

sábado, septiembre 20, 2008

Zapotec 6

Photoshop testing: Zapotec 5

Detalle de textil zapoteco a la Warhol




Imagen 46. Vista del valle de Etla


Era antes de mediodía y me había quedado de ver con Ricardo en el atrio del templo de La Soledad. Segunda vez en la vida que me citaba en una plaza pública. O quizá la tercera. Una vez me citó en cierta esquina del Zócalo de Oaxaca, donde solía aparcar su moto. El tenía una moto. Había atravesado la sierra en ella. Siempre ha sido un hombre intrépido. Siempre ha sido un gran hombre.

Imagen 49 - Cúpula del templo de La Soledad


No suelo manipular las fotos pero creo es un placer por explorar aún más. Que siga el paseo, pues.

Recuerdos de un sitio recién conocido




Azúcar falsa

Aspartame, dolor de mi corazón. Ni siquiera la idea de charlar con quien voy a coger me pasa por la cabeza. Sólo pienso en eso: coger, coger, coger. Sudar como un perro ansioso por el calor que le consume dentro. No mirar. Cerrar los ojos para que todas las sensaciones que perciba se concentren en mi boca y lo que tengo dentro de ella. No mirar atrás, no pensar en mañana, sólo en eso que me está haciendo desear más y más, hasta cortarme la respiración, hasta hacerme sacar babas y me corta la vida durante un instante de gloria. Quiero más. Más, más así, más oscuro. Más rudo. Más. Más.

viernes, septiembre 12, 2008

sábado, septiembre 06, 2008

I´m ready for the floor



La última lesión del sarcoma de Kaposi se desvanece. Me causa mucha alegría. Esta transición hacia un aspecto más saludable coincide con otros hechos materiales: tengo un nuevo teléfono celular, de mi marca favorita, y un nuevo auto, de un color y con comodidades especiales para viajar en autopistas.

He intentado por dos domingos consecutivos salir a pasear en bicicleta. La velocidad más suave para pedalear representa un gran esfuerzo para mis piernas. He perdido fuerza.  Me propongo recuperar mi condición física a medida que la última mancha desaparezca. Disfruto mucho del tiempo en casa: no me importa perderme las grandes antologías de cine que suceden afuera, o las espectaculares exposiciones. Sólo quiero un poco de silencio, un poco de música favorita y mucho sueño.

Es momento de irme desamodorrando y regresar al camino. I´m ready for the floor.

viernes, septiembre 05, 2008

La buena mano


Tengo buena mano y mejor olfato. Buena mano para que crezcan hasta malas hierbas en mis almácigos y buen olfato no para los olores mundanos, sino para guiarme por la intuición. 

Se resguardarme del vómito y sintonizar la mejor estación de radio cuando no hay estímulo exquisito alrededor. Se cuidarme del mal y del bien, de los barrancos y las cúspides. Se lo que es el bajo perfil.

Ya no me tiembla la mano al firmar pagarés a largo plazo. Ahora prefiero la primera clase y el confort. Me he convertido en un aspirante a pequeño burgués (oh, pensamiento de izquierdas).