martes, diciembre 18, 2012

Looping

Looping, looping, looping, looping, mi mente se cansó de dar vueltas alrededor de una idea. Dejó de girar y descansé. Pude dormir en paz un par de noches. Después vino un periodo de hiperactividad: arreglar todo lo que estaba fuera de su sitio, moverme, componer... El ocio puede aniquilarme. Descansar y desconectarme no es fácil. Siempre hay cosas por hacer, resolver, en qué ocuparme.

Looping, looping, looping

Tramitology

Nací con un número indefinido que cumplir en la vida. Desde el primer minuto, mis padres estuvieron obligados a registrar mi nacimiento y, junto con el acta que daba fe del mismo, venía un carné de vacunación con citas de fecha indefinida pero que deberían ser satisfechas para garantizar una infancia sana que me permitiera crecer y madurar para seguir satisfaciendo los trámites que la vida me tenía destinado a cumplir, de una forma u otra, a su debido tiempo o con retraso, con penalizaciones o descuentos, pero que son ineludibles. 

Por algo se recomienda que, para prevenir algún desastre, tengamos en una bolsa de mano y accesible los documentos que acreditan nuestra personalidad así como los trámites más importantes que hemos hecho en la vida. Hay que incluir el testamento, si es posible. Números de pánico en el teléfono celular, cartillas de identidad, acreditaciones de propiedad. Deseable el tener incluso los datos de a dónde enterrar el cadáver si ocurriera una muerte súbita. Y los comprobantes de pago, debidamente organizados. Para que no me alcance la muerte con un documento que retrase mi sepultura.

Habré de incluir también la frase que quiero sea mi epitafio: nací, crecí y dediqué mi vida a satisfacer un número indefinido de trámites excepto los post-mortem. Esos les tocan a otros. La muerte es un mero trámite también para quedar bien con la eternidad.

domingo, diciembre 09, 2012

Take control

La madrugada en la ciudad no es silenciosa: se escucha un rumor que es la suma de los distintos motores que hacen posible que la ciudad funcione. Despierto en la madrugada, atenazado por el temor de las consecuencias de decisiones no meditadas, producto de mis impulsos, de aquellos abismos profundos que me habitan.

Una idea circula en mi mente de forma circular, la idea de que un resultado de un examen clínico pueda cerrar mi siguiente aspiración profesional y condenarme a un estado de incertidumbre. Siento que he dado un paso en falso, que me he lanzado al vacío sin saber si habrá o no una red protectora que me proteja de estrellarme. Los actos han sido realizados. La moneda está en el aire, el dado aún no cae, la carta no es revelada. Mi vida se ha convertido en estos días en un juego de azar.

En los próximos cinco días sabré lo que el destino me depara y deberé tener el valor de afrontar las consecuencias si el devenir de las cosas no es el que deseo. Volveré a empezar de cero, otra vez. Y pase lo que pase, no buscar ni caer en puertas falsas para escapar a la realidad.

Tener el valor para que este insomnio no vuelva a ocurrir.