domingo, junio 29, 2014

Verano 2014

Casi un año después regreso a este espacio. Un año en el que han ocurrido tántas cosas que no parece haber sido un año. Hubo muchos viajes que cesaron, de pronto. Mucha gente nueva que conocí en el ámbito profesional, nuevas apariciones y desapariciones también que me noquearon. Dedico los fines de semana a andar en bicicleta, leer periódicos en internet, ver películas muy selectas en el cine y, ocasionalmente, tengo sexo. El ímpetu en este rubro que llegué a tener en mi 30´s ha desaparecido. Me causa mucha pereza. En mi tiempo libre lo que más deseo es apoltronarme en mi futton, rodearme de cojines, escuchar música y dejar ir mi tiempo leyendo sucesos en internet. Leo pocos libros. Fuera de lo profesional, no me interesa conocer gente nueva. Me gusta, cuando viajo a otros países, llevarme mi música y aislarme del resto en mis audífonos y no saber más hasta llegar a mi destino. Y coleccionar bolsas de café. Esta tarde de domingo he abierto este espacio de nuevo, después que el viernes un amigo me recordara que existía este sitio y que hacía un año no lo actualizaba. Esta forma de escribir es un reflejo de mi forma de conversar: si no tengo nada interesante que decir, me callo. Evito las intervenciones superfluas qué sólo nos hacen perder el tiempo. El tiempo es algo valioso para perderlo desperdiciándolo. Eso y la energía del cuerpo, que ya no tengo más que para hacer ejercicio. Ya no lo desgasto en el sexo. Esta asexualidad me recuerda a mi adolescencia: toda mi energía enfocada en estudiar, en conocer del mundo, en aprender. Ahora es practicar lo que mi experiencia me ha dado.

Esta tarde no hay mucho que decir.