

Vistas primaverales: el sol brilla y las tardes son hermosas. El vino fluye en las copas y viene la risa, el bienestar por la vida. No hay pretensiones ni sueños imposibles. La piel está en su sitio, al igual que la cabeza y las plantas de los pies.
La ilusión es para los ilusos... el presente, nomás para quienes lo viven.