Una lluvia de Leónidas ocurrió en la madrugada y sus efectos me hicieron tener mal humor y turbación esta mañana. Odio hacer cosas de las cuales arrepentirme. Odio lastimar a mis cercanos y gritar y perder el control de la mente. Después ha habido contrición, llanto, tristeza y ganas de que un dia todo esto termine. Pero me repito "¿Tengo alguna necesidad de escupir al cielo? Hay bendiciones en mi vida y lo mejor que puedo hacer es compartirlas
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