
Sube, asciende, el cielo está cerca. No tienes alas con plumas y cera que el sol derrita, no hay temor a la caída.
Sube, asciende, el cielo se toca y es infinito. Sumérgete en él, es un laberinto que no es mar ni tierra ni aire.
Historias de la Ciudad de México
No hay comentarios.:
Publicar un comentario