Sucedió como una iluminación repentina: el viaje. Sin planearlo mucho, sólo una casualidad, una idea, un proyecto cumplido.
Y después de ese viaje a esta ciudad nostálgica no podía creer que hubiera ocurrido. Y me cuesta trabajo pensar que existe. Quizá porque mi vida cotidiana me tiene enajenado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario