
Tengo buena mano y mejor olfato. Buena mano para que crezcan hasta malas hierbas en mis almácigos y buen olfato no para los olores mundanos, sino para guiarme por la intuición.
Se resguardarme del vómito y sintonizar la mejor estación de radio cuando no hay estímulo exquisito alrededor. Se cuidarme del mal y del bien, de los barrancos y las cúspides. Se lo que es el bajo perfil.
Ya no me tiembla la mano al firmar pagarés a largo plazo. Ahora prefiero la primera clase y el confort. Me he convertido en un aspirante a pequeño burgués (oh, pensamiento de izquierdas).
1 comentario:
estas mas poetico que otras veces, creo que es lo mejor de todo
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