
Cuando se bombardea los edificios donde se resguarda a los niños, a sus madres y a sus abuelos, ya no se tiene temor de nada.
El sueño de la belleza se ha terminado entonces. Todos los méritos humanos se ensombrecen y son ceniza.
Sólo queda mierda en la consciencia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario