
Este es el recuerdo de un viaje que hizo Roberto a Hungría. Un lindo animal de cerámica que también me acompaña en la habitación. Existe un un par de gallinas que son para la sal y la pimienta que la sirvienta rompió.
Si todo aquello que quise y que se ha roto no me dejara ser feliz, hacía mucho ya no estaría en este mundo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario