Casi al amanecer es la mejor hora para conectarse. Entonces la mayoría se ha quitado las máscaras y se dejan arrastrar por el deseo. El sudor ha desvanecido el maquillaje y la mente trabaja en forma unidireccional, enfocada sólo a complacer al cuerpo.
No escribo nada nuevo. Sólo para actualizar este blog olvidado, lleno de buena intención pero de poco acto.
sábado, noviembre 24, 2007
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