domingo, agosto 14, 2011

Sandiness


Mi vida transcurre como arena a la orilla del mar. Cada ola la transforma, le cambia la forma, la temperatura, la apariencia. Las partículas más nuevas se acumulan sobre las previas y se moldea un nuevo rastro, de forma paulatina. Residuos de rocas que se fragmentan con lentitud, cada ola es como cada segundo que transcurre. En cinco años, donde hubo una planicie donde se estrellaba el mar, habrá un remanso. Donde hubo ese remanso, ese brazo de mar, habrá sólo cenizas cuando los tiempos lleguen a su fin.

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