domingo, septiembre 09, 2012

Domingo, mediodía, tras la ducha fresca

Un domingo distinto a los recientes. No amanezco desvelado o destruído por la fiesta de la víspera. Me levanto a hacer ejercicio, camino por la ciudad que el sol apenas caliente. En soledad, disfruto de una mañana fresca. Anoche, la lluvia arrulló mi sueño. Una lluvia suave, como todas las de este verano exigüo de agua. 

Me miro en el especjo después de la ducha. Sigo pareciendo joven. Me gusto.

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