lunes, diciembre 01, 2008

No hay más vida que la que tienes en la mano


Yo morí en uno de esos edificios que se cayeron en la Ciudad de México en el terremoto de 1985. Fui de esas vidas de idilio que fueron apreciadas sólo después de tánto olor a muerto. Soy de esos fantasmas que invaden las mentes temerosas que osaron mostrar su talón de Aquiles habitando la zona de los cementerios.

Yo morí entonces y no tengo vida que se repita.

Ni hormiga soy, ni cucaracha.

No hay comentarios.: