sábado, diciembre 13, 2008

Otro día, otro tejido de sensaciones

La juerga de anoche ha tenido sus consecuencias vioentas hacia el cuerpo. Me resigno a pasar buena parte del día acostado en cama. Ya no tengo esa necesidad de estar ocupado todo el tiempo. Este año aprendí a gozar del descanso.

Hace unos meses pensé que mi cuerpo había envejecido diez años en unas cuantas semanas, pero el ejercicio que comienzo a practicar lo revitaliza y me entusiasma sentir ese bienestar. Hacía mucho que no sentía el placer de las feromonas.

Cae la tarde del penúltimo sábado que estaré en casa este año. En una semana estaré preparando mi viaje a Oaxaca y después a Zipolite.

Después de la fiesta del Perigeo pienso que quizá este evento astronómico es más para quedarse en silencio que encender las luces y subirle el volumen a la música.

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