lunes, abril 13, 2009

Vacía


Así era la noche cuando lo conocí. Así lucía la calle cuando iba a su encuentro. Después regresamos y me contó del queratocono que le impedía ver por el ojo derecho. Era extraño. La voz como de alguien quien vive en otro tiempo. Y su charla era distinta a la de muchos que conozco. Hablaba de mundos lejanos en el tiempo, antiguos y extintos. Era su pasión.

Más tarde nos contamos de la arqueología personal. Era más de media noche, era un tiempo que usualmente no era el nuestro. Hacía mucho calor en la casa. Aún no iniciaban las lluvias.

Al día siguiente me acompañó al trabajo. Era su primer lunes de vacaciones. Yo apenas dormí. Las demás noches dormí bien, aunque preso del desencanto. Lo bueno es que estoy acostumbrado y ya no duelen los mensajes que no responde.

Yo le dije que era dificil. Quizá le asustaron tantas historias ocurridas cuando se tienen cuarenta años.

La calle luce vacía.

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