viernes, julio 17, 2009

Una azucena sin olor


Esta es una azucena silvestre que puebla el cerro de Xochitecatl en Tlaxcala. Azucenas parecidas solían poblar las colinas del alrededor de Oaxaca en mi infancia. Surgen tras las primeras lluvias y era una tradición familiar salir al campo a cortar azucenas. Durante el día tenían cerrados los pétalos y era extraño verlas abiertas en el día. Al abrir, por la noche, despedían un aroma delicado que inundaba la sala de la casa.

Esta azucena tlaxcalteca no despide ningún olor y está abierta al sol. Mas el paseo por ese cerro me recordó mi infancia y mas días que he recordado en mi breve estancia en Oaxaca esta semana. Unas vacaciones que fueron interrumpidas por la muerte de una día en Ciudad de México y un tour de force que duró dos días.

Es verano del 2009. No lloverá como otros años, parece.

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