domingo, noviembre 20, 2011

Fin de semana minimalista

Ya no es octubre. Hace dos años era octubre y tenía un amigo. Compartíamos placeres personales, sin contacto físico. Experiencias psicotrópicas. Y también paseos. Me miraba con curiosidad. Me congratulaba de tenerlo cerca. De compartir el tiempo libre con él.

Ese amigo murió de forma fortuita. Se fue como quien se muda a un país lejano y no volverá, como un fugitivo que borra su rastro para evitar ser recapturado. Fue dolorosa esa partida, sin adiós.

Hoy voy a recordar que hace dos años lo conocí. Lo velaré este otoño al que sólo se le reconoce por la luz y no por la temperatura. En silencio.

No hay comentarios.: