lunes, abril 07, 2008

El sueño


En mi sueño más preciado estás ahí, sonriendo de nuevo, como hace quince años. Pero ahora ya no soy el neurótico sin remedio que se movía por la vida como chivo en cristalería. Ahora sé guardar silencio y comprender que ese sol que nos alumbra nos mantiene unidos con sus rayos, y que nuestros alientos tejen la trama por la que nos desplazaremos por el mundo. Ya no tendré conmigo sombras que me acompañen. Soy diáfano como un cristal que refleja el cielo donde nos cobijamos, un cielo inmenso que es todo y es eterno.

En mi sueño más preciado somos dos manantiales que unen sus aguas y alcanzamos juntos el mar. Pájaros contemplan su reflejo en nuestro seno, niños ríen en las orillas y hombres dejan ir a sus muertos en nuestro flujo.

En mi sueño más preciado ya no despierto pues me quedo contigo en la arena y somos muchos granos de piedra y somos nada. Nada, cuando abro los ojos y te sé lejos y mortal.

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