domingo, octubre 10, 2010

Sunday & wine

Domingo y vino. Vino el domingo. Checo la fecha del último post y me fustigo por mi indolencia. Me ha movido la concesión del premio Nobel a Mario Vargas Llosa. El si es un escritor que logró, contra viento y marea, seguir con su vocación. No como yo, que claudiqué.

¿Soy un hombre infeliz? No lo creo. He tenido momentos sin dicha ni satisfacción, como todos, pero infeliz no soy. No por la falta de una pareja, ni por carencia de una carrera artística. Al final de cuentas, el balance es: tomé la decisión más adecuada. El entorno que me rodeó en ese tiempo influyó mucho en ello. La cultura en este país, el arte, está supeditado por la burocracia oficial, como muchas cosas, y preferí una carrera distinta. Luego otra. Ahora, sin embargo, el saber reconocido a un hombre queme deslumbró con su literatura y que siento de alguna forma cercano, a quien admiro, me mueve.

Me mueven cosas. Quizá porque se cierra el año y tengo ganas de hacer un viaje personal. Solitario. Escribir. Montarme en un avión, desconectarme y sumergirme en mi.

¿Cuál será el destino de ese viaje?

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