sábado, septiembre 27, 2008

Fuego virtual

Azul.
El cielo no es así la tarde hoy.
Todo es cubierto por bruma y por ende es gris.
Mi mente está en fuego. Arde conjuntando varios sentidos: oído, tacto, gusto, vista, aunque la vista sea la misma de siempre, es posible que consiga escapar de la inercia de estar conectado a internet y camine, quizá a ver tiendas, para ver a la gente. He pasado varios días encerradas las tardes en el vino y el fuego de la mente. El cuerpo me pide más movimiento ligero, sin sentido más que el del ocio. El azar hace mucho que no juega mis dados (una semana es mucho tiempo).

Hay sexo furtivo, intenso, rápido y amable. Gracias por venir y aliviarnos. Los textos de las charlas son breves y por cortesía. Sólo buscamos el alivio del estrés y no más. Next, la siguiente aventura debe suceder.

La siguiente aventura lleva al siguiente día y tras el recuento de los días se vienen encima los años. No hay constancia de nada más que del pasado reflejado en la historia del cuerpo. La panza que ha digerido demasiado, los labios que han besado demasiados fantasmas besan sin pudor ni temor al olvido. Se conoce también al cuerpo de los otros hombres nuevos y se sabe como tratarlos. Ya no queda lugar para las sorpresas. El concepto del amor está en otro plano.

Próximo a cumplir los cuarenta años, me veo más joven que muchos coetáneos. La vida puede terminar o pudo haberse acabado hace unos meses y aquí sigo, cual mala hierba.





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