sábado, octubre 04, 2008

Después de la diarrea

Queda el cuerpo débil. No puedo abrir la puerta de casa, donde está la comida. Por fortuna no se trata del deshielo del Artico. Qué bueno que no es el efecto del metano liberado por la desaparición del permafrost lo que causa mi mal de esta tarde. Es sólo cansancio y ganas de que el mundo se acabe una tarde así, de sábado, cada quien preparándose para una fiesta, un descanso mayor el domingo o limpiándose los residuos de la semana.

Si, ojalá y el mundo se acabara un sábado.

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