domingo, octubre 12, 2008

Fiesta



Recupero la felicidad de ser el último de salir de la fiesta, de los primeros en llegar, de los que más bailan y sudan la ropa. Siento otra vez la alegría de sentir el cuerpo adolorido, oler la camisa sucia, sin dolor de cabeza y sentir en domingo el transcurrir de la vida sin prisas, como quisiera que fuera todos los domingos en todas partes en todas la veces que los vivo.

Fumar para atenuar los gritos de las coyunturas y prevenir n eventual dolor de cabeza por la cruda. Salir al mediodía por unas flores, regar las plantas, bañarme y quedarme desnudo, limpio, en busca de sexo para el resto del día.

Una noche de baile

Una bendición

No hay comentarios.: