lunes, noviembre 17, 2008

De nuevo el horizonte interminable


Vengo de un viaje donde volví a contemplar el horizonte que no termina. La luna me dio la bienvenida a un rcorrido por las tierras donde viví dos años y donde fui feliz pero también estuve inmerso en un aislamiento inmenso. Al volver a casa, las circunstancias indican que volveré a vivir solo y no me importa, de verdad. Será una oportunidad de renovar las relaciones que me rodean, sobre la capacidad de volver a hacerme una nueva forma de vida.

Es extraño. Despierto con un humor de pelea, de ruptura. Como si estuviera cansado de vivir en el mismo cascarón que me empuja al conformismo del encierro. Hace mucho que no lloro y pienso que es bueno desahogar la sensación de la pérdida. Vamos pues, hacia el frente.

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