domingo, noviembre 07, 2010

Corazón pirata


Domingo de relajación extrema. Bebo café y más café, mezcal, vino... Anoche tuve espasmos eléctricos que me vaciaron de ansiedad, pero mi odre se llena de nuevo de cierta rabia ante la flaqueza de quienes me gustaría detentaran su poder con más firmeza.

Si mis padres no vivieran, seguro que mis ahorros estarían a disposición de una vida desenfranada en busca de la muerte como consecuencia de un gran orgasmo.

Quiero seguir dando puñetazos en la mesa en la que estoy convidado.

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